EL COSTO DE SER VISITANTE
Pitazo inicial… Primeros minutos intensos. Estudiantes intentaba acomodarse en la cancha. En un comienzo, al equipo le costó adaptarse al partido. Club Meta se fue arriba en el marcador: los chicos de Estudiantes flaquearon producto del nerviosismo. El equipo quiso reaccionar pero Club Meta se tomó confianza; con pelotas quietas, confundió la zaga Pincharrata y logró aumentar la ventaja.
El técnico Johan empezó a mirar el banco, muchas infracciones durante el desarrollo del partido. Y en otra desconcentración, el equipo sufrió otro golpe. Con un 3-0 en contra, intentaban esclarecer sus funciones en la cancha. Y sobre el final, el cuarto gol en contra parecía liquidar las aspiraciones de Estudiantes de dejar una buena imagen en Villavicencio.
Para el segundo tiempo, Estudiantes mejoró en su juego colectivo a pesar de seguir cometiendo errores individuales. El equipo adelantó sus líneas y eso le costó el quinto gol. Pero querían ir al frente para descontar la ventaja. Tal vez encontraron su mejor momento futbolístico cuando se juntaron a tocar el balón entre Brandon, Nicolás Romero, María Paula y Santiago López, buscando la velocidad de Julián Zambrano para apretar al rival al mejor estilo de Estudiantes, con mucho carácter.
El equipo logró dos goles y parecía que se venía la remontada. Sin embargo, faltaba poco tiempo para siquiera empatar. Dolidos los muchachos por el 6-2 parcial, nunca se rindieron y al final, con lanzamiento desde el punto penal, el equipo marcó el 6-3 definitivo. En resumen, el costo de ser visitante: una cancha nueva para ellos, un clima que afectó su condición física, la ansiedad de ganar y la exigencia de un partido de éstos contra un rival que fue práctico desde el inicio sin ser tan superior como lo muestra el resultado.
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