UN RESPIRO JUSTO
En este momento, el fútbol pasa por una etapa de gran esplendor. Los grandes equipos en el mundo han despertado un renovado interés de los aficionados, quienes ven cómo fecha tras fecha sus equipos se esfuerzan por darles un mejor espectáculo, espectáculo que en los últimos tiempos brillaba por su ausencia. Manchester, Barcelona, Chelsea, Juventus, Liverpool y el renovado Real Madrid, son sólo una muestra de los clubes que a punta de buen juego, un promedio de gol importante y, por sobre todas las cosas, un gran trabajo, logran poner al fútbol nuevamente como una buena alternativa para seguir por televisión, aún más ahora que vuelve la Champions.
En todos los casos mencionados anteriormente, existe una buena dosis de talento y otra de trabajo. Un talento refinado, natural, innato, que sumado a un trabajo serio, controlado y constante, nos lleva a disfrutar de encuentros con el mejor repertorio futbolístico que se pueda ver como debe ser. Si antes había una fijación por la táctica, ahora se podría decir que estamos ante el renacer de la técnica pura, la gambeta, la velocidad y el gol. Los jugadores por encima de los sistemas. El jugador decide y ejecuta, es el protagonista de las acciones y es en sus botines donde reposa toda la alegría del deporte. Todo esto en buena hora para el espectáculo y para los amantes del “deporte más hermoso del mundo”, como bien lo definiera Luis Omar Tapia. Un respiro justo entre tanta mediocridad.
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