En el fútbol siempre pasan y pasarán cosas que a los ojos de muchos son extrañas… Pero es el fútbol, un deporte que se deja descubrir, incluso hasta para quienes nunca hayan oído hablar de él…
Voy a referirme a algunas cosas que han sucedido en las últimas dos semanas. No se me hizo extraño que Colombia perdiera contra Venezuela, pues últimamente se han convertido en una especie de “bestia negra” para la tricolor. Sorpresa sí fue la contundente goleada de los bolivianos frente a los argentinos. “La mano del dios argentino que nos ha dado triunfos es la misma mano que nos dio hoy una humillación” (frase que le escuché a algún reportero argentino). Como siempre, la Copa de Campeones de Europa estuvo a la altura del evento; partidos de primer nivel, goleadas y resultados que no se esperaban como el empate del Porto en el teatro de los sueños. Y no hay duda alguna del nivel de Chelsea y Liverpool, con 12 goles en el total de la serie y un lujo de partido en la vuelta con ese 4-4.
Pasemos ahora a otra situación curiosa ocurrida en la Copa Libertadores. Tal vez Cruzeiro la hubiese sacado más barata de perder el partido por llegar tarde a la cancha de La Plata en lugar de los 4 goles que se llevó para Brasil. Pero pasa también en el fútbol que así como un equipo puede perder por no llegar a tiempo, un resultado deportivo puede verse perjudicado porque nadie en el estadio se da cuenta que no hay banderines en los corners. Fue en el partido Santa Fe-Quindío el pasado domingo en el Campín, el mismo que al cierre pasó del 2-1 al 2-3 y terminó con la renuncia irrevocable de Hernán Darío Gómez como técnico del rojo de la capital colombiana.
Termino con el lamentable episodio de hace dos domingos producido a las afueras del Campín de Bogotá: un jugador del Cali es herido en un ojo por un objeto lanzado por alguien que no fue a ver Millonarios-Cali esa tarde. Y a pesar de que los jugadores de ambas escuadras querían sentar un precedente al no presentarse al campo, los directivos temían por el dinero que había en juego y olvidaron que los futbolistas, antes de ser futbolistas, son seres humanos. ¡Vaya huracán de polémicas y sorpresas!
Carlos Andrés Escobar B.
Piscólogo
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