SABER COMUNICAR: SABER EXPRESAR, SABER COMPRENDER...
La comunicación hace parte de nuestra cotidianidad. A partir de la comunicación, nuestras relaciones se construyen en contextos específicos donde circulan significados que se van tejiendo según lenguajes específicos adquiridos. Dichos lenguajes son creados por las personas que integran determinado espacio social.
Todo comportamiento comunica con una intencionalidad. Los mensajes transmitidos a diario se mueven entre códigos para mayor entendimiento de quien recibe dichos contenidos. La comunicación entre las personas está cargada de sentidos e interpretaciones. El estado emocional de las personas se involucra y desenvuelve un papel fundamental en los modos de comunicar.
Las características de la comunicación varían respecto de las herramientas tecnológicas o las cualidades humanas que se empleen. Cuando hablamos debemos procurar ser claros y coherentes, ser directos y tener la capacidad de lograr un efecto en el interlocutor o demás personas. Cuando no hablamos, es importante tener en cuenta la postura de la persona, su actitud, sus movimientos, sus gestos y su expresión facial. Esto también hace que se genere sentido dentro de un contexto.
Para una comunicación acertada, se recomienda valorar a los demás, pensar antes de hablar, comprender la postura de los otros, escuchar con atención, identificar ideas para reconocerlas y dar resoluciones óptimas a diversas problemáticas, no interrumpir cuando alguien interviene y tomar todos los puntos de vista posibles antes de emitir cualquier opinión o juicio.
La comunicación hace parte de nuestra cotidianidad. A partir de la comunicación, nuestras relaciones se construyen en contextos específicos donde circulan significados que se van tejiendo según lenguajes específicos adquiridos. Dichos lenguajes son creados por las personas que integran determinado espacio social.
Todo comportamiento comunica con una intencionalidad. Los mensajes transmitidos a diario se mueven entre códigos para mayor entendimiento de quien recibe dichos contenidos. La comunicación entre las personas está cargada de sentidos e interpretaciones. El estado emocional de las personas se involucra y desenvuelve un papel fundamental en los modos de comunicar.
Las características de la comunicación varían respecto de las herramientas tecnológicas o las cualidades humanas que se empleen. Cuando hablamos debemos procurar ser claros y coherentes, ser directos y tener la capacidad de lograr un efecto en el interlocutor o demás personas. Cuando no hablamos, es importante tener en cuenta la postura de la persona, su actitud, sus movimientos, sus gestos y su expresión facial. Esto también hace que se genere sentido dentro de un contexto.
Para una comunicación acertada, se recomienda valorar a los demás, pensar antes de hablar, comprender la postura de los otros, escuchar con atención, identificar ideas para reconocerlas y dar resoluciones óptimas a diversas problemáticas, no interrumpir cuando alguien interviene y tomar todos los puntos de vista posibles antes de emitir cualquier opinión o juicio.
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